Hace mucho tiempo atrás, una noche de alto consumo de alcohol y ganas de encontrarle un sentido a la vida, abrí la puerta de «el depósito», una habitación del tercer piso que se había mantenido cerrada por años, y que sabía estaría llena de cosas que dejaron de usarse o perdieron importancia. Recuerdo que siempre que le preguntaba a la abuela qué había allí, ella respondía, simplemente, «nada bueno «, y yo replicaba, «como en la radio». Al lado derecho, ese enorme ropero de cedro del cual ya ni me acordaba pero que había estado siempre allí, generación tras generación, conservando quién sabe qué. Mirando alrededor descubrí un destornillador viejo en el suelo: la cerradura cedió luego de un par de minutos. ¿Qué había adentro? Entre otras cosas, una vieja radiola ‘National’ de esas que sólo tenían dos cosas: radio y tocadiscos. Intenté encenderla pero la pobre ya no daba para más, y entre mis vanos intentos de revisar el cableado abrí una de sus gavetas. Entonces sucedió. Me vi frente a frente con varios discos de vinilo y cintas de cassettes que no tenía idea de que todavía existieran. Conseguí una caja y metí allí todo ese material. Seguidamente, me dirigí a la habitación donde aún yace, exánime, mi equipo “tres en uno”. Mientras bajaba cargando la caja intentaba adivinar qué encontraría allí, y una entrecortada sonrisa acompañada de una ajena sensación de felicidad (y algo de malicia) recorría mi cuerpo de pies a cabeza. Llegué a la habitación mencionada, quité la tela y destrocé el plástico que cubrían y protegían el armatoste, y puse el primer disco que pillé.Memorias. Así empezó todo esto . Mi mente volaba mientras se sucedían las canciones a todo volumen. Pude re-describir gran parte de mi vida gracias a la música. Como si de emular algún cuento infantil se tratara, alguien hubiera dejado migas de pan para regresar por el camino que anduve hasta esa noche.
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Todo Entrevista Música Traducidas y Subtituladas Opinión
Ganadores del primer Concurso de Pop-Rock en Palma de Mallorca, que alguna vez compartieran escenario con la banda de Morrissey y Marr.
Lejos quedan aquellas épocas en las que, junto a Galería de Arte y Hombres G, llenaban el mítico Rock-Ola cada vez que se presentaban.
Dicen por ahí que lo único rescatable del primer gobierno aprista fue que Indochine vino a dar cuatro conciertos inolvidables en nuestro país.
Dog Man Star (Nude, 1994), con temas como «Still Life» o «The 2 of Us» – se erige como la obra maestra ‘anti-Britpop’ que Anderson buscaba.
Tema de continua rotación en cadenas musicales de televisión que cimentaría la reputación del grupo como innovadores en la música rock.
Su música atravesó muchos umbrales dejando relucir toda esa riqueza de influencias y estilos con los que Matt Johnson había crecido.
En 1980, teloneando al grupo Gang of Four, Green Gartside sufre un severo ataque de ansiedad y pánico que lo mantuvo lejos de los escenarios.
La voz de Jaz Coleman ha mantenido su fuerza y vigor por más de treinta años, y vuelve a mostrarse con todo su poderío en el Absolute Dissent.
Banda alemana de synth-pop que lleva ya entre nosotros más de tres décadas y ha sido una de las más representativas de este género musical.
La voz de Iggy Pop, deslizándose sobre los compases originales de la melodía, le vuelve a insuflar ese ambiente trágico y melancólico que siempre tuvo.
Tanto musical como estéticamente, nacía gracias a ellos toda una especie de revolución generacional que sería continuada por los que vinieron después.
En cada frase que entonábamos iban nuestros tácitos agradecimientos por tenerlo aquí, y por haber llevado bien en alto la bandera del rock and roll.
Sin importar el tiempo que haya pasado, la magia de James Grant y Love and Money seguirá provocando emociones generación tras generación.
El disco Stigma (EMI, 1992) significó un golpe directo a las enormes fauces de lo comercial y una producción bastante más interesante que la anterior.
Describen su propia música como «un viaje etéreo hasta los límites de la imaginación». Ritmos elegantes, sonidos apacibles, y desventura gótica.
Lowlife nunca recibió el crédito que se merecía ni se convirtió en un fenómeno masivo, y quizás sea precisamente eso lo que los hace tan especiales.
Rafael Mercado y Claudia Pacheco conforman este proyecto pop de influencias electrónicas y new wave ochenteras.
Mi tema preferido del ‘Desde Las Entrañas’, una adaptación del «an eye for the main chance» originalmente interpretado por los ingleses Rosetta Stone.
Llamados así por el marcado contraste en su música: rock bastante intenso por un lado e íntimas y sensibles composiciones por el otro.
El punto más alto en la carrera de esta importante banda inglesa, con ese ‘sonido psicodélico’ encontrado casi de casualidad por Billy Duffy.
Su primer sencillo, «partenaire particulier», vendió alrededor de 700000 copias, y soñaban convertirse en algo así como los OMD franceses.
La espectativa del pimer single era vender unas cuantas copias y que sirviera como modesta presentación de su propuesta musical. No sucedió así.
The Sun and The Moon lanza el single Peace In Our Time in 1988. La última canción del mismo era el «I love you, you bastard», tema por demás notable.
La banda goth que supo combinar toda esa psicodelia y diferentes estilos en una identidad musical tan única como su enigmática imagen.
Cuentan por ahí que en Studio 54, el famoso club de New York con Andy Warhol a la cabeza, este tema era pinchado con mucha frecuencia.
Liderados por el argentino Claude S Anything Box lanza el disco ‘Peace’ en 1990, pequeña obra maestra convertida en un clásico de su género.
Sonido inconfundible que algunos entendidos definen como ‘Modern Rock’, género que se sitúa en alguna parte entre el ‘New Wave’ y el ‘Grunge’.
Un disco que te hará regresar en el tiempo de la mano de singles, b-sides, y rarezas creadas por una de las mejores agrupaciones de los ’80.
Tremenda e infravalorada banda americana, que no pasó el examen impuesto por los siempre absurdos patrones pre-establecidos de imagen y sonido.
Empiezan como un trio liderado por Richard Barone, pero no es hasta que llega el guitarrista James Mastro que el grupo cobra verdadera fuerza.
Otro de aquellos discos atemporales e imprescindibles que nos recordará por siempre a esa persona tímida e introvertida que un día inventó el pop.
Música, arte, espectáculo teatral. Manolo y Quimi al frente de una agrupación que perseveró, triunfó, y se inmortalizó a punta de buenas canciones.
Muchos opinan que si su música hubiera sido conocida a mediados de los ochenta, Cetu Javu se podría haber convertido en todo un clásico del synthpop.
Dada su influencia, no es casualidad de que de Dalek I Love You salieran futuros miembros de Teardrop Explodes, OMD, o Echo & The Bunnymen.
Un disco idolatrado por muchos y echado a menos por otros tantos. El amarlo u odiarlo es, en el fondo, simplemente cuestión de gustos.
Si Pierre Coinde y Gary O’Dwyer estuvieran en tu ciudad y simularían tu funeral (con público, flores, y todo lo demás), ¿qué canción les pedirías?
Enrique no buscaba artilugios que hicieran más atractivas las historias de su corazón: eran directas y transparentes, pues así entendía la música.
Prácticamente desconocidos, este quinteto escocés estuvo activo entre 1984 y 1988 llegando a producir dos larga duración y un puñado de singles.
David y las marionetas parecían estar hechos el uno para el otro: los temas del Laberinto siempre serán joyas underground de nuestra infancia.
Hay quienes ya la definen como una pequeña, apacible y humilde obra de arte, que pasa desapercibida si no se le presta suficiente atención.
Hace muchos años, alguien se atrevió a calificar el Face To Face (Albert Productions, 1978) como «el disco que los AC/DC nunca pudieron escribir».
Pop armonioso y melódico que se convierte en tenue lumbrera cuando nos encontramos en el siempre oscuro umbral entre la cordura y la locura.
China, desde Alicante, con uno de los estribillos más disparatados que nos dejó el rock español de los ’80, parte de la banda sonora de nuestras vidas.
«Winter» de Love and Money, un excelente fondo musical que esta noche ha tenido la osadía de traer de vuelta un pasaje de mi accidentada existencia.
Una muy buena combinación del trabajo tanto de Rick en el piano y órgano como de Clare en la voz. Una pieza musical de lo más conmovedora.
Department S, un grupo británico prometedor que seguramente merecía ser recordado como mucho más que un simple one-hit wonder.
«Los Otros Dos» integrantes de New Order forman este grupo debido principalmente a la ‘prolongada pausa’ que tuvieron a inicios de los ’90.
Los sencillos lanzados por Pearl Jam no siempre han denotado la calidad del disco en el que venían incluidos. «The fixer» es, quizás, uno de ellos.
Formados en Brooklyn a fines del 2009, Slowdance estaba liderada por Quay Quinn-Settel y escribían canciones tiradas al pop-indie.
Sensor marca un muy buen retorno de los Camouflage a su sonido original haciendo callar a muchos que musicalmente los daban por muertos.
Con ese ritmo disonante y delicado de sus guitarras lograron obtener la aprobación de la crítica especializada y el apoyo de muchos fanáticos.
Activos entre los años 1983 – 1988 y liderados por el cantante / guitarrista Trevor Tanner, The Bolshoi nos dejó un puñado de excelentes canciones.
Entre los Stone Roses y los Smiths, el grupo liderado por Guy Chadwick se mostraba como la siguiente y prometedora ‘esperanza blanca’.
Edwige Belmore y Claude Arto detrás del primer single francés en convertirse en ‘sencillo de la semana’ del New Musical Express (NME).
Cómo deben haberse arrepentido los ejecutivos de SONY al darse cuenta de que dejaron ir a semejande banda por no prestarle la debida atención.
Deprimente y tenebroso, «nightmares» resulta hipnotizante, y nos identifica con ciertos complejos que aún de mayores no se logran superar.
Su marcada dualidad temática terminaría con la mediocridad que nuestros oídos consumían, aunque esto les llevara hacia el inevitable exilio.
Un torrente inacabable de punk en las venas, alimentado en gran medida por esa terrible dictadura y represión que les tocó vivir en carne propia.
Otro de esos álbumes perdidos y olvidados en el tiempo, cuya calidad resultó empañada por los casi siempre ridículos puntos de vista comerciales.
Su música siempre sonó de manera muy peculiar, al punto de reconocer la autoría de las canciones solo escuchando sus primeros compases.
The Night Before está hecha para romper los oídos de los fanáticos en concierto. The Morning After se erige como el lado más catatónico de esta entrega.
Un delirante viaje de 45 minutos a través de 14 canciones y las accidentadas mentes de Andy Cairns (sobre todo), Fyfe Ewing, y Michael McKeegan.
Algunos dicen que bastó solo una conversación entre ellos para decidir ir juntos a conquistar el esquivo pero muy atrayente mundo de la música.
Un sonido a lo Cure en medio de melodías indie-pop y post-punk con destacadas notas de sintetizadores y acordes de guitarra.
Rodeada de un halo de misterio pero de referencia obligatoria para muchos grupos que nacieron, o volvieron a nacer, a partir de su salida al mundo.
Transformer. Atemporal. Un disco que fue, es, y será por demás interesante. El hecho de que además resultara exitoso, es solo una casualidad.
Al escucharlo, se hace un tanto improbable adivinar que los Arctic Monkeys llevan menos de una década metidos en esto de la música.
Grupo notable que supo ganarse un lugar en la competitiva escena musical, aunque rara vez sea tomado como referencia o considerado de primer nivel.
No es Guns ‘n’ Roses. Es la reencarnación de Axl Rose. Si nos metiéramos esta idea en la cabeza, podríamos juzgarlo de manera más objetiva.
Totalmente apartado de aquello en lo que se basan la mayoría de canciones, las melodías presentes engrandecen los placeres simples de la vida.
Esta producción mantiene la crítica como base de sus canciones, aunque esta vez acompañada de un rock bastante más ruidoso que de costumbre.
Messages (A&M Records, 1984) es el único trabajo grabado de esta banda, y por momentos recuerda bastante a lo que Naked Eyes solía hacer entonces.
Pese a las críticas favorables y gran acogida, Más de Cien Lobos no triunfó comercialmente, convirtiéndose con el tiempo en un disco de culto.
Para 1995, luego de tres cintas y miles de copias vendidas, ya eran uno de los grupos más prometedores de la escena local independiente.
Mezcla de un buen dominio instrumental con la filosofía de Nietzsche, el arte del viejo mundo, y un más que pretencioso oscurantismo.