Música para mis oídos: Suede – the 2 of us
Dog Man Star (Nude, 1994), con temas como «Still Life» o «The 2 of Us» – se erige como la obra maestra ‘anti-Britpop’ que Anderson buscaba.
Dog Man Star (Nude, 1994), con temas como «Still Life» o «The 2 of Us» – se erige como la obra maestra ‘anti-Britpop’ que Anderson buscaba.
Lowlife nunca recibió el crédito que se merecía ni se convirtió en un fenómeno masivo, y quizás sea precisamente eso lo que los hace tan especiales.
The Night Before está hecha para romper los oídos de los fanáticos en concierto. The Morning After se erige como el lado más catatónico de esta entrega.
La voz de Iggy Pop, deslizándose sobre los compases originales de la melodía, le vuelve a insuflar ese ambiente trágico y melancólico que siempre tuvo.
Describen su propia música como «un viaje etéreo hasta los límites de la imaginación». Ritmos elegantes, sonidos apacibles, y desventura gótica.
Prácticamente desconocidos, este quinteto escocés estuvo activo entre 1984 y 1988 llegando a producir dos larga duración y un puñado de singles.
Transformer. Atemporal. Un disco que fue, es, y será por demás interesante. El hecho de que además resultara exitoso, es solo una casualidad.
Empiezan como un trio liderado por Richard Barone, pero no es hasta que llega el guitarrista James Mastro que el grupo cobra verdadera fuerza.
Un delirante viaje de 45 minutos a través de 14 canciones y las accidentadas mentes de Andy Cairns (sobre todo), Fyfe Ewing, y Michael McKeegan.
«Winter» de Love and Money, un excelente fondo musical que esta noche ha tenido la osadía de traer de vuelta un pasaje de mi accidentada existencia.
Messages (A&M Records, 1984) es el único trabajo grabado de esta banda, y por momentos recuerda bastante a lo que Naked Eyes solía hacer entonces.
The Sun and The Moon lanza el single Peace In Our Time in 1988. La última canción del mismo era el «I love you, you bastard», tema por demás notable.
Un disco idolatrado por muchos y echado a menos por otros tantos. El amarlo u odiarlo es, en el fondo, simplemente cuestión de gustos.