Therapy? - Troublegum

Una lluviosa mañana de lunes, allá por el año 1994, caminaba yo como un zombi por la Gran Vía madrileña abrumado por todo lo que tenía que estudiar para unos exámenes que se venían, lo acaloradas que últimamente se habían puesto las discusiones con mi madre, la creciente posibilidad de viajar al extranjero para continuar mis estudios, el inminente rompimiento con mi novia, una pelea con un viejo amigo que había llegado a las manos en una conocida disco de Villalba, lo solo que me sentía últimamente en las reuniones del fin de semana estando con mucha gente, y un largo etcétera.

Sí, era uno de esos días en que la depresión atenaza fuertemente nublando tus ideas, perdiendo la mirada y logrando que nada tenga sentido. El nivel de ‘extravío’ al que había llegado se veía indefectiblemente acrecentado por la música -nada alegre- que tocaba mi walkman, compañero incondicional e incansable en numerosos viajes y etapas de mi vida.

Había en particular una canción del grupo Nirvana que incesantemente, cual mala noticia en el telediario, se repetía una y otra vez…

Nirvana – Big long now

Llegado un momento terminé por odiarla de tanto repetirla. Poco después, en un desesperado intento de buscar algo de distracción, entré a la zona de música de El Corte Inglés: escuché unos cuantos temas de los cuales ninguno me llamó la atención, así que me retiré anímicamente igual o peor de lo que estaba al ingresar.

De pronto, mientras caminaba hacia el metro, pensé: ‘hace tiempo que no voy a las máquinas’: a tres cuadras de allí se encontraba todavía aquel recinto -con olor a madera húmeda- cargado de videojuegos, tragamonedas, pinballs, etc. que había sido mudo testigo de un vicio que, al igual que a muchos otros colegas, me había atrapado algunas lunas atrás.

Jugando ‘Street Fighter II’ y ‘Mortal Kombat’ vi pasar varias horas, las suficientes como para salir con mucho menos dinero en el bolsillo, dolor en los ojos y muñecas, extraños sonidos en el estómago, y una irrisoria sensación de satisfacción por haber vencido a la máquina ante un mínimo número de asiduos observadores.

Cuando me disponía, ahora sí, a coger el metro para regresar a casa tuve un momento de lucidez y pensé: ‘no me puedo marchar sin visitarlo’.

Madrid Rock, 90's
Madrid Rock, 90’s

Di media vuelta y caminé hasta llegar hasta este lugar (Gran Vía, 25) que consideraba de visita obligatoria cada vez que andaba por esos lares.

Madrid Rock era para mí un verdadero sitio de recreo. El simple hecho de verle a lo lejos e ir acercándome paulatinamente me hacía sentir mejor. Sabía que siempre tendría algo bueno que ofrecer, aunque la mayoría de veces ese “algo” no estuviera a mi alcance.

La tienda seguía igual que siempre, con tantos discos, cintas y gente, que por muy mal que te encontraras olvidabas al menos por unos momentos el trepidante ritmo que la vida muchas veces te obliga a seguir.

Además había un señor que sabía bastante de música y que siempre andaba actualizado.
Le encontré arreglando unos discos, conversamos por unos segundos y entonces me hizo la pregunta mientras me señalaba con el dedo índice la escalera que llevaba al segundo piso: ‘¿has escuchado lo nuevo de Therapy?

No me acuerdo lo que le respondí en ese momento, pero lo cierto es que sin pensarlo dos veces subí y busqué el mencionado grupo. Mientras llegaba al sitio indicado se me vino a la mente un video de ellos que había visto en la tele: el tema era, “Nowhere”.

Nowhere

Inmediatamente pensé que las imágenes de éste resumían casi exactamente lo que había estado haciendo horas atrás: caminando sin rumbo por la calles, pensando en mil cosas a la vez, yendo y viniendo por las aceras, sentándome en los paraderos, entrando en una tienda y saliendo de otra, es decir, literalmente ‘going nowhere’.

Y entonces lo vi.

Therapy - Troublegum
Troublegum

La portada del Troublegum expresaba casi a la perfección cómo me sentía en esos días: aquella extraña y peligrosa sensación de querer meter la cabeza dentro de un cubo y olvidarte de todo lo que pasa a tu alrededor, por lo que de entrada, ya me empezaba a gustar.

Como este álbum estaba disponible para ser escuchado, cogí los audífonos y de principio a fin, Therapy? retumbó como metralla en mi cabeza.

Creo que lo escuché completo dos veces seguidas y está demás decir que quedé embelesado con la fuerza de sus temas y la agudeza e irreverencia de las composiciones líricas, que en su mayoría, eran completamente identificables con lo que uno vivía por aquellas accidentadas épocas de juventud.

Hubo una canción que me parecía conocerla de antes, “isolation”, que en un primer momento consideré la más ‘normalita’ por así decirlo de todo el álbum, pero que contrasta muy bien con el resto de temas e inevitablemente terminó por encantarme hasta el día de hoy.

Isolation” resultó ser un cover de Joy Division (¡con razón me sonaba!), uno de los más decentes que he escuchado. Muchos afirman que en la citada canción se intenta emular al trágicamente desaparecido Ian Curtis. Yo opino que Andrew Cairns, el vocalista y guitarrista de la banda, ya le emula previamente en este trabajo -vocalmente al menos- en la colgante “unbeliever”…

Unbeliever
Therapy - Fyfe, Andy, Michael
Fyfe – Andy – Michael

Andrew (Andy) Cairns (guitarra y voz principal), Fyfe Ewing (batería y voz) y Michael McKeegan (Bajo y voz), conforman para Troublegum esta infravalorada banda irlandesa cuyo estilo no queda del todo definido pero muchos encasillan en una especie de ‘metal alternativo’.

¿Y por qué el signo de interrogación en el nombre del grupo? Pues al parecer, cuando estaban terminando de arreglar su primer single-maqueta para llevarlo a promocionar, Andy pegó mal el adhesivo del sello que iba en el estuche, agregando después el ícono del signo ‘?’ para tratar de cubrir el espacio que sobraba.

La banda comienza su actividad a principios de los ’90 y todavía sigue hasta la actualidad, aunque con algunos cambios con respecto a los integrantes iniciales. Este disco, del año 1994, constituye su punto más alto. Su obra maestra.

Gracias a él se dan a conocer a nivel mundial (dado el suceso comercial que fue), llegan a aparecer en el mítico programa inglés Top of the Tops, reciben numerosas aclamaciones por parte de la crítica especializada así como premios de la famosa revista Kerrang!, se presentan en numerosos festivales importantes (como el de de Donington en el 94 y 95), pero sobre todo, cautivan a muchos nuevos fanáticos alrededor del globo -y hacen delirar a los antiguos- que hasta entonces, pensábamos que nada podría sonar mejor o tan siquiera parecido al Black Album de Metallica.

Die laughing” es un tema que solía saltar porque en un principio me pareció que tenía un inicio muy lento y no estaba acorde con el resto de canciones. Con el tiempo he llegado a apreciar los interesantes riffs que contiene, algo que me ha pasado en general con todas las canciones de este álbum.

Die laughing

He vuelto a escuchar el Troublegum ayer por la noche y ha sido un delirante viaje de 45 minutos a través de 14 canciones que, si bien en algún momento pueden resultar hasta monótonas dado el incesante ritmo guitarresco (por lo menos desde “screamager” hasta “Isolation”), no dejan de estar cargadas de mucha energía y de estar muy bien hechas de principio a fin.

Es uno de esos discos que no puedes escuchar sentado por más que lo intentes. Un trabajo para no perderse desde el delirante, vertiginoso y arremetedor “knives” (que me parece es la prueba de lo desquiciado pero genial que es el trabajo de Cairns en este álbum) hasta el “brainsaw” que va de traición, rencor, venganza, etc. seguramente referido a alguna ex novia o antiguo amigo (el trabajo de Fyfe es muy bueno aquí, y en general, en toda la producción).

Troublegum termina con un envolvente coro que se repite una y otra vez: “I’m in hell and I’m alone.” Esto es seguido del sonido de un viejo disco de vinilo que toca un extracto del clásico “you are my sunshine, my only sunshine” en la voz de Andrew: La ironía del contraste “odio-amor” me pareció genial desde la primera vez.

Con esta cara no romperé ningún corazón
Y probablemente tampoco podré hacer amigos…

Así empieza diciendo “screamager”, uno de los temas bandera de este mítico álbum, cuyo ritmo hace imposible que tengas quietos los pies por mucho tiempo.

Screamager

La producción no es demasiado trabajada a nivel técnico pero tampoco es tan simple.
Las letras son bastante pegajosas, en general depresivas, pero no a un nivel que te resulten insoportables. El sonido de la batería es algo que se queda clavado en el cerebro, y completa perfectamente los potentes riffs de las canciones mejorando el producto final.

En añadidura, las voces de acompañamiento de los miembros e invitados así como los instrumentos ‘complementarios’ usados en algunas canciones (Page Hamilton toca la primera guitarra en “unbeliever”; Lesley Rankine aporta su voz en “lunacy booth”; Martin McCarrick -ex Siouxsie & The Banshees– destroza con el violonchelo en “unrequited”; Eileen Rose canta en “femtex”…) hacen de esta producción un intenso viaje de escape lejos de la realidad, que nunca pierde su atractivo.

Trigger inside

En unos tiempos en que el Black Album de Metallica y el Nevermind de Nirvana todavía parecían opacar el trabajo de otros grupos que sonaran parecido (comercialmente hablando), Therapy? logró con este disco que el mundo se fijara en ellos, y se hizo acreedor del respeto de millones de oyentes en gran parte del mundo.

Definitivamente tienen raíces punk pero también influencias de metal. Alguna vez leí que eran catalogados como: “el eslabón entre Nirvana y Metallica”. Escuchando el disco, quizás esa atrevida apreciación no sea tan trillada como suena.

En resumen, Troublegum es una fantástica producción concebida por las accidentadas mentes de Cairns (sobre todo), Ewing y McKeegan, que se ha vuelto todo un clásico de escucha obligatoria para los que copulamos con este estilo musical.

Brainsaw
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2 Comments

  1. Although I understand spanish, I’ll write in english because I can express myself better in that language.

    I’ve read your post and it is exactly what I think about this great album.

    I’ve been hearing troublegum since 94 and it stills touches me deeply.

    I really enjoyed reading what you wrote about it. I guess we share the same passion for that album.

    I tought I was the only one! 🙂

    Thank you for putting in words what I’ve been feeling about this master piece as you said.

    Abrazos de Brasil,

    Caio

  2. Hey Caio,

    It’s always a good thing meeting people with similar musical taste, although there’s no need to be so picky to recognize that Troublegum is simply a master piece… or close.

    Thanks for leaving your impressions about it,
    César

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