Fue sin duda alguna, uno de los grupos de indie británico más populares de la segunda mitad de la década de los ochenta. Con ese ritmo disonante y delicado de sus guitarras, que muchas veces hacían recordar a los Smiths (los ‘telonearon’ alguna vez), lograron obtener la aprobación de la crítica especializada y el apoyo de muchos fanáticos, fundamentalmente, dentro las islas.
Aunque en América no tuvieron mucha repercusión, sus melodías simples y envolventes condimentadas con una buena cantidad de sarcasmo les valieron estar a menudo presentes entre las diez bandas más populares de Inglaterra, y obtener de paso algún que otro halago en más de una importante revista musical de la época.
La mayoría de sus composiciones líricas son una extraña mezcla de fundamentos marxistas y doctrinas cristianas, reflejos de lo que su líder creía en ese entonces. A menudo se referían a sí mismos como “la cuarta mejor agrupación de la ciudad de Hull”, pues aseveraban que los Red Guitars, Everything But The Girl y The Gargoyles estaban por encima de ellos.
Paul Heaton (vocalista y líder de la banda) se muda a la ciudad de Hull y publica un anuncio que decía más o menos lo siguiente:
Trombonista busca músicos callejeros.
Un espigado estudiante de matemáticas de la universidad, Stan Cullimore (guitarrista), responde al mismo: congenian casi inmediatamente, y sin darse cuenta ya estaban tocando música en las calles como dúo, entreteniendo a mucha gente a su paso bajo el nombre de The Housemartins, el mismo que nace de la mente de Paul al hacer referencia -seguramente- a algún pasaje de su por entonces escritor preferido, Peter Tinniswood.
Posteriormente incluirían a Ted Key (bajista) y casi inmediatamente se les uniría Hugh Whittaker (baterista, que antes de la grabación del segundo álbum sería reemplazado por Dave Hemingway), provenientes ambos de la banda local The Gargoyles.
Empezarían así a aparecer en algunos programas de televisión y a poner su firma en algunas compilaciones: el tema “flag day” fue incluido en el oscuro álbum Laughing All The Way To The Bank y llamó la atención del legendario John Peel, al punto que los invitaría para hacer una sesión en la emisión de su programa.
Con cierto reconocimiento de los radio-escuchas por el desempeño en el mismo y las buenas críticas recibidas, firman por el sello Go Discs! a mediados de 1985. Por estas fechas y después de haber grabado su primer single (“flag day”), Key anuncia que se marcha: es reemplazado por un amigo de la época universitaria de Paul, Norman Cook.
Se dice que los directos de la banda eran todo un espectáculo dada la peculiar y divertida forma que tenían de interpretar los temas y la marcada influencia de la música religiosa en sus ‘performances’ a capella.
A principios de 1986 sacan su segundo single, “sheep”, y en junio del mismo año el tercero, “happy hour”, hoy en día todo un clásico del pop, que fue acompañado de un fantástico video y que vendió 250,000 copias llegando a ser todo un hit (#3 en UK) solamente superado en las listas contemporáneas por Madonna y Wham!.
El éxito les empezaba a sonreír y ellos iban a aprovecharlo.
Happy hour
Su primer disco larga duración -cargado de rebosante energía- London 0 Hull 4 (Go Discs!, 1986), también se convierte en un éxito instantáneo: cargado de temas polémicos, religiosos y melodías pop, este trabajo no decepciona a nadie – vende 500,000 copias solamente en Inglaterra, y en las listas solo es superado por el “true blue” de Madonna y el “invisible touch” de Genesis).
Para fines del mismo año, el single “caravan of love” se convierte en su primer y único número uno en las listas británicas.
A principios de 1987, son inesperadamente nominados para una especie de premio a la ‘mejor banda revelación’ dentro de los Brit Awards de aquel año, ceremonias éstas con las que ellos no copulaban.
Curiosamente, ganan pero no recogen el premio personalmente sino que envían a otros a recogerlo, y además cancelan algunas presentaciones en vivo que tenían: esto no es nada bien visto por la prensa, y en muchas notas posteriores son duramente criticados y calificados de ‘cretinos arrogantes’.
Se crea entonces toda una campaña en contra de ellos, que lamentablemente ocasiona el retiro del baterista Hugh Whittaker en la primavera de ese año.
Con el reemplazo ya conseguido, se disponen a grabar su segundo álbum y aquí empiezan a haber serias diferencias en el camino que cada integrante quería seguir: la tensión al interior del grupo aumentaría a causa de la actitud cada vez más autoritaria de su líder y de su continua obsesión por acaparar muchas cosas a la vez.
No obstante esta situación, sale a la luz The People Who Grinned Themselves To Death (Go Discs!, 1987), otro gran trabajo aunque sin mucha de la energía que caracterizó el anterior, pero que como era de esperar, no lograría el éxito comercial esperado al igual que los posteriores cortes del mismo editados como singles.
El decreciente éxito comercial contrastaba con la creciente actitud autoritaria de Paul, que por el hecho de ser el líder -se dice que- ignoraba cualquier punto de vista diferente al suyo. El rompimiento de la banda era inminente, y éste es hecho público mediante una comunicación que decía más o menos así:
En tiempos de Rick Astley, Shakin’ Stevens y los Pet Shop Boys, nosotros simplemente no somos suficientemente buenos.
Sale entonces un recopilatorio doble en el que se resumen sus tres cortos pero intensos años de trayectoria: Now That’s What I Call Quite Good (Go Discs!, 1988), y poco tiempo después, un último single para promocionarlo, “there is always something there to remind me” que sólo llegaría al puesto # 35 en las listas inglesas.
Después de la separación, Cook hizo un notable trabajo en Beats International y Fatboy Slim mientras que Heaton y Hemingway formaron The Beautiful South. Actualmente, y como siguiente paso a la realización de otro álbum: Live At The BBC (Universal, 2006), empezaron a correr rumores de un muy posible regreso de la banda.
El tiempo dirá si vuelven o no. Lo cierto es que Housemartins tienen un sitio reservado entre las bandas más significativas de pop británico y sus canciones permanecerán vigentes, por lo menos, en espacios como éste.
There is always something there to remind me
Créditos:
– Video: Happy hour again
